Campanas extractoras industrial murales con motor baratas

Para que la campana industrial cumpla con su cometido con eficiencia, es imperativo comprender el caudal adecuado requerido para una extracción apropiada. Esta premisa se halla detalladamente delineada en la norma UNE 100165, que define los caudales adecuados como pauta infalible. Además, la campana debe ostentar un tamaño superior al área de cocción, al menos unos 15 centímetros de margen. La razón es clara: de no ser así, la campana se mostrará incapaz de absorber el vapor en su totalidad, y la cocina se verá rápidamente envuelta en una densa neblina de humo.

Mas no es suficiente con la campana extractora industrial en sí. El extractor que le acompaña debe ostentar la potencia requerida para propiciar que el caudal fluya sin obstáculos por los intrincados conductos, curvas y filtros, hasta su ansiado punto de salida. Aquí entra en juego el concepto de la pérdida de carga, cuyo conocimiento se torna fundamental para el adecuado funcionamiento de la extracción.

Es imperativo considerar el tamaño del conducto de extracción, pues el aire, como el viento en la mar, puede emitir un sibilante lamento si su velocidad supera ciertos límites. Asimismo, si el conducto se torna excesivamente angosto, la campana extractora se verá obstaculizada en su noble misión de erradicar el humo.

Con respecto a la funcionalidad, la elección de la ubicación también es esencial. ¿El techo o la pared serán los testigos de la instalación? Para las cocinas de tipo "isla", la campana extractora recta, suspendida del techo, se alza como elección idónea. No obstante, si tu cocina se encuentra adyacente a una pared, la opción más sabia será una campana extractora mural, fielmente anclada al mismo paramento que resguarda los fogones.