Gran Hotel Taoro: el nuevo hotel gastronómico de lujo en Canarias

En lo alto del Puerto de la Cruz, donde las olas rompen con la cadencia del tiempo detenido, se alza de nuevo el majestuoso Gran Hotel Taoro. No es sólo una reapertura, es el renacimiento de un símbolo, de una leyenda viva que regresa con ímpetu para ocupar el trono de la excelencia hotelera en Canarias. Y lo hace con una apuesta sin medias tintas: la alta gastronomía como eje vertebrador de una experiencia de lujo inigualable.

Alta cocina, alta exigencia: así será el nuevo templo gastronómico del norte de Tenerife

Tras décadas dormido, el Taoro no sólo abrirá sus puertas, sino que lo hará con nombres propios de talla internacional. El chef Ricardo Sanz, pionero de la fusión japo-mediterránea en España y primer cocinero en lograr una estrella Michelin con cocina internacional, comandará el restaurante Oka, una oda contemporánea al mestizaje culinario. Le acompañará Erlantz Gorostiza, dos estrellas Michelin, discípulo aventajado de Berasategui, que liderará el espacio Amalur, un homenaje a la Madre Tierra con ingredientes del Atlántico más profundo.

Pero un templo gastronómico de semejante envergadura no se sostiene solo con talento. La cocina de vanguardia exige algo más que inspiración: exige infraestructuras impecables, materiales nobles y un equipamiento a la altura de su ambición. Y aquí entra en juego una realidad que pasa desapercibida para el comensal, pero que determina cada plato: la importancia del mobiliario de hostelería de acero inoxidable.

Porque sí, en los fogones del lujo no cabe la improvisación. Todo parte de la higiene, de la seguridad, del control milimétrico de olores y grasas. Por eso, elementos como los filtros campana extractora industrial son parte indispensable del engranaje que permite convertir una cocina en una auténtica sala de operaciones gourmet.

Campanas industriales: guardianas del aroma y la pureza en la cocina de élite

Una cocina que aspira a las estrellas necesita, además de chefs estelares, sistemas de extracción que cumplan con las normativas de higiene más estrictas. No basta con presentar el plato perfecto, hay que cocinarlo en un entorno limpio, seguro y regulado. Es aquí donde la campana extractora industrial se convierte en aliada imprescindible de cualquier hotel gastronómico de lujo.

El acero inoxidable, protagonista silencioso pero vital, garantiza resistencia, durabilidad, facilidad de limpieza y una imagen impecable. Es un material que no se oxida ante la rutina diaria de calor, vapor y aceites, y cuya presencia aporta elegancia incluso a los rincones más técnicos de un hotel de cinco estrellas.

El Gran Hotel Taoro no escatima en estos detalles. En cada rincón de sus cocinas se respira la obsesión por la excelencia. Porque no se trata sólo de conquistar el paladar, sino de ofrecer una experiencia culinaria integral, que empieza desde que el producto toca la encimera hasta que el plato se sirve en mesa. Y para que ese viaje no sufra alteraciones, el entorno de cocina debe estar a prueba de norma sanitaria y de ojo clínico.

Conocer las partes de una campana es tan fundamental como saber los cortes del atún rojo. Desde los filtros hasta el extractor, pasando por los conductos y paneles, cada pieza cuenta. Y cada elección en el diseño de estas instalaciones responde a un principio rector: calidad sin concesiones.

Una leyenda rehabilitada: historia y modernidad bajo un mismo techo

Más allá de los fogones, el Gran Hotel Taoro es historia viva. Fue el primer hotel de lujo de España, testigo de visitas ilustres como la de Agatha Christie, el rey Alfonso XII o el Duque de Kent. Ahora, gracias a una ambiciosa inversión que supera los 40 millones de euros, se prepara para recuperar su trono. Con más de 200 empleos directos, una arquitectura colonial rehabilitada con mimo y un centro de congresos renovado, se postula como uno de los motores económicos del norte de Tenerife.

Y su apertura será celebrada por todo lo alto: el 15 de septiembre comenzará su nueva etapa y, tan solo un mes después, acogerá la gala de los Culinary Hotel Awards, el evento más esperado por la élite hostelera de Canarias. Una noche de gala, sí, pero también de reivindicación: la de un modelo de hotelería que pone la gastronomía como pilar principal de su oferta de lujo.

La cocina como arte total: una apuesta decidida por lo sensorial

El Gran Hotel Taoro no ha venido a competir, ha venido a reinar. Su apuesta gastronómica va más allá del plato: es experiencia, emoción, territorio. Un viaje por sabores que nacen de productos locales tratados con mimo, pero también de tecnología culinaria de vanguardia y espacios diseñados con precisión quirúrgica.

Y para lograrlo, el hotel ha contado con proveedores que entienden que el lujo se cuece también en los detalles invisibles. Campanas que no suenan, superficies que no se manchan, ambientes que no contaminan ni el aire ni el aroma. Así es como se construye un estándar de excelencia, el que permite que un huésped no sólo duerma bien, sino que coma como en ningún otro lugar.

Canarias gana un nuevo icono gastronómico

El Gran Hotel Taoro no es solo un hotel que reabre. Es una declaración de intenciones. Es la confirmación de que Canarias puede y debe ser una referencia mundial en hotelería de lujo gastronómica. Con nombres propios en la cocina y una infraestructura pensada hasta el último centímetro, este enclave en el Puerto de la Cruz se prepara para dictar cátedra. No solo en fogones, sino también en todo lo que los rodea. Porque la cocina de lujo empieza con la chispa del chef… pero se sostiene con acero inoxidable, higiene y técnica.